Se que el dolor que ahora sientes es interminable, se que has llevado una vida de pérdidas… terribles…
Desde tu cáncer, tu divorcio, y me he enterado de que ahora tu hijito ha visto a Dios, puedo imaginarme el dolor tan inmenso en el alma que ahora sientes... Son momentos de tanta pena, de inmenso vacío, de dolor desgarrador…. Que solo teniendo a Dios muy dentro del alma son soportables estos sentimientos…
Quisiera ponerte sobre una senda de amor, si fuera posible en estos momentos, para decirte que he estado orando por ti… para que no te preguntes porque???? Porque a él???? Son palabras que jamás comprenderemos, empezamos con el si hubiera… Palabras patéticas que nos hieren en lo más profundo de nuestro ser… Solo te digo mi querida amiga...
Que la misma mano que nos da la cruz, nos dará el consuelo, son cosas tan dolorosas que no detienen un instante la vida para ponernos frente a una realidad… Lo único que te dará paz y consuelo es la oración… en estos instantes de tan profunda pena y aceptar lo que no se comprende ni se comprenderá jamás, aceptar!!! Que palabra tan difícil de comprender y mas aún de vivir, pero es lo único mi querida amiga que nos puede dar paz interior, el dolor inmenso… Solo déjate amar, déjate acariciar, con la oración de todos los que te amamos...
Es lo único que podrá hacerte sentir serenidad y la presencia de Dios en tu alma, para que cada día él te permita ir viviendo y sobreviviendo, tratando de aceptar… es difícil, pero se que está anécdota te ayudará… En un día caluroso de verano en el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz… Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo alertándolo lo más fuerte que podía. Oyéndole el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde.
Desde el muelle la mamá agarró al niño por sus brazos. Justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba con
determinación, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba. Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar. Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levanto la colcha y se las mostró.
Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo:
"Pero las que usted las que debe de ver son estas". Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida".
Así tu amiga también tienes cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por tus pecados, pero algunas son la huella de Dios que te ha sostenido con fuerza para que no caigas en las garras del mal.
Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas…Tu hijo está gozando de una paz maravillosa… Te lo garantizo, que nosotros buscamos tantas veces por lugares errados…
Desde tu cáncer, tu divorcio, y me he enterado de que ahora tu hijito ha visto a Dios, puedo imaginarme el dolor tan inmenso en el alma que ahora sientes... Son momentos de tanta pena, de inmenso vacío, de dolor desgarrador…. Que solo teniendo a Dios muy dentro del alma son soportables estos sentimientos…
Quisiera ponerte sobre una senda de amor, si fuera posible en estos momentos, para decirte que he estado orando por ti… para que no te preguntes porque???? Porque a él???? Son palabras que jamás comprenderemos, empezamos con el si hubiera… Palabras patéticas que nos hieren en lo más profundo de nuestro ser… Solo te digo mi querida amiga...
Que la misma mano que nos da la cruz, nos dará el consuelo, son cosas tan dolorosas que no detienen un instante la vida para ponernos frente a una realidad… Lo único que te dará paz y consuelo es la oración… en estos instantes de tan profunda pena y aceptar lo que no se comprende ni se comprenderá jamás, aceptar!!! Que palabra tan difícil de comprender y mas aún de vivir, pero es lo único mi querida amiga que nos puede dar paz interior, el dolor inmenso… Solo déjate amar, déjate acariciar, con la oración de todos los que te amamos...
Es lo único que podrá hacerte sentir serenidad y la presencia de Dios en tu alma, para que cada día él te permita ir viviendo y sobreviviendo, tratando de aceptar… es difícil, pero se que está anécdota te ayudará… En un día caluroso de verano en el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró en el agua y nadaba feliz… Su mamá desde la casa lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo alertándolo lo más fuerte que podía. Oyéndole el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá. Pero fue demasiado tarde.
Desde el muelle la mamá agarró al niño por sus brazos. Justo cuando el caimán le agarraba sus piernitas. La mujer jalaba con
determinación, con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba. Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar. Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levanto la colcha y se las mostró.
Pero entonces, con gran orgullo se remango las mangas y dijo:
"Pero las que usted las que debe de ver son estas". Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza. "Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida".
Así tu amiga también tienes cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por tus pecados, pero algunas son la huella de Dios que te ha sostenido con fuerza para que no caigas en las garras del mal.
Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido alguna vez el alma, es porque Dios, te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas…Tu hijo está gozando de una paz maravillosa… Te lo garantizo, que nosotros buscamos tantas veces por lugares errados…
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