Porque soy mujer, le contesto la mujer. Pero yo no entiendo.
Su madre se inclino hacia el y abrazándolo le dijo, Y nunca lo entenderás.
Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón.
Era todo lo que el padre le podía contestar.
y Dios le dijo: “Cuando hice a la mujer tenia que ser algo especial”.
Hice sus hombros suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a su vez, lo suficientemente suave para confortar a quién lo necesite.
Le di una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
Le di una dureza que le permite seguir adelante y cuidar a su familia, a pesar de las enfermedades y la fatiga, y sin quejarse aun cuando otros se rinden.
Le di la sensibilidad para amar a un niño bajo cualquier circunstancia, aún cuando su niño la haya lastimado mucho.
Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor del niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia, e incluso de la edad..
Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y su determinación para mantenerse a su lado, a pesar de todo.
Le di lagrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse más allá de las palabras.
Esa es su única debilidad… lagrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad.
Le doy gracias a Dios por haber creado a la mujer.

Esta es una forma de hacerle un homenaje a mi madre Isabel, a quien en vida amé profundamente y aún ahora vive y vivirá eternamente en mi corazón.
ResponderBorrarA mi madre que solo Dios sabe cuantas veces lloro en silencio
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